Para el uso de las radiaciones ionizantes, hay varias recomendaciones nacionales e internacionales que deben ser estrictamente seguidas. Los organismos internacionales que proporcionan directrices para actividades con radiaciones ionizantes son el Organismo Internacional de Energía Atómica (vinculado a la ONU) y la Comisión Internacional de Protección Radiológica. En Brasil quien proporciona las directrices es la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN).
Para la seguridad de la población, del trabajador (aquel que trabaja con las radiaciones) y del medio ambiente, se crearon tres principios básicos, que siempre deben ser respetados.
Principio de la justificación - Todas las actividades que involucra la radiación ionizante deben proporcionar un beneficio para la población. La presencia de cualquier fuente de radiación debe ser siempre justificada, considerando sus efectos totales positivos y negativos, y comparados con otras opciones alternativas.
Principio de la optimización - Todas las actividades que involucra el uso de las radiaciones deben ser pensadas para proporcionar el máximo de beneficios con el mínimo de dosis para los trabajadores y los individuos del público. Eso es conocido como principio ALARA (As Low As Reasonably Achievable): las dosis deben mantenerse tan pequeñas como racionalmente viables.
Principio de limitación de dosis - Los organismos reguladores han establecido límites máximos de dosis de radiación que las personas pueden recibir. Estos límites se crearon para garantizar la salud de los trabajadores y de las personas del público. Por eso, las actividades que involucran radiación ionizante son cuidadosamente monitoreadas.
¡En esta área del sitio usted podrá descubrir algunas herramientas que ayudan al equipo de la Protección Radiológica a cuidar de la seguridad del trabajador, del medio ambiente y de la población!